Cuando se alimenta, sea frutas, verduras, legumbres, menestras, cereales, carnes, etcétera; siempre pide lo mejor, por ende, lo sano y si deseas algo sano, que sea natural sin tantas sustancias químicas o edulcorantes que brindan un “mejor” sabor, siendo perjudicial para nuestra salud.
Una técnica muy provechosa la de estos tiempos, de exportar lo orgánico o “bioamigables” como lo denotan. El Perú es un país orgánico en sus cultivos por excelencia, ya que tenemos una técnica de agricultura “a la antigua”, donde los campesinos (que de generación en generación) siguen sus tradicionales métodos de labrado, cultivo, sembrado, riego, etcétera. Eso hace que los productos resultantes sean naturalmente orgánicos y de excelentísima calidad.
Lo que es muy bueno para nuestra economía es el buen uso de esta oferta al mercado internacional. El europeo o estadounidense invierte considerablemente por producto de primera calidad para una salud impecable, por eso descartan el consumo de productos transgénicos (alterados genéticamente) en su mesa a la hora de comer. En los últimos cinco años, se han duplicado las hectáreas de cultivo con esta técnica, generando ingresos únicos a la economía peruana superiores a US$160 millones, una cantidad vasta para el Perú.
En sí, un producto orgánico, es aquel que al producirlo no impacte al medio ambiente, al contrario, beneficie la calidad medioambiental. Entre ellos, el café que ha sido premiado mundialmente dejando bien en alto a nuestra patria; el cacao que con productores principalmente cusqueños se explaya en los mercados europeos; el banano, el mango, la quinua y muchos más. Ahora también usados en la industria farmacéutica y en el sector de cosméticos. ¡Qué importancia de estos productos! Y seguirán en aumento, pues a llegado a su auge y seguirá escalando hasta poder decir con orgullo que el Perú es un país que alimenta al Mundo.
Una técnica muy provechosa la de estos tiempos, de exportar lo orgánico o “bioamigables” como lo denotan. El Perú es un país orgánico en sus cultivos por excelencia, ya que tenemos una técnica de agricultura “a la antigua”, donde los campesinos (que de generación en generación) siguen sus tradicionales métodos de labrado, cultivo, sembrado, riego, etcétera. Eso hace que los productos resultantes sean naturalmente orgánicos y de excelentísima calidad.
Lo que es muy bueno para nuestra economía es el buen uso de esta oferta al mercado internacional. El europeo o estadounidense invierte considerablemente por producto de primera calidad para una salud impecable, por eso descartan el consumo de productos transgénicos (alterados genéticamente) en su mesa a la hora de comer. En los últimos cinco años, se han duplicado las hectáreas de cultivo con esta técnica, generando ingresos únicos a la economía peruana superiores a US$160 millones, una cantidad vasta para el Perú.
En sí, un producto orgánico, es aquel que al producirlo no impacte al medio ambiente, al contrario, beneficie la calidad medioambiental. Entre ellos, el café que ha sido premiado mundialmente dejando bien en alto a nuestra patria; el cacao que con productores principalmente cusqueños se explaya en los mercados europeos; el banano, el mango, la quinua y muchos más. Ahora también usados en la industria farmacéutica y en el sector de cosméticos. ¡Qué importancia de estos productos! Y seguirán en aumento, pues a llegado a su auge y seguirá escalando hasta poder decir con orgullo que el Perú es un país que alimenta al Mundo.
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