viernes, 21 de mayo de 2010

Futuro Caliente 17.05.10


En estos tiempos nos damos cuenta como va variando el clima en nuestro país (sequías en ciertos puntos e inundaciones en otros, aumento en la temperatura provocando infertilidad en terrenos agrícolas, desvíos de banco de peces que llegarían al Perú, etcétera). El Perú es un país que se basa en una economía agro-exportadora y también de materias primas. Tras la aparición de este fenómeno, nuestra economía se verá afectada negativamente. Se calcula una disminución del PBI (Producto Bruto Interno) de 4,4% para el 2025, una cifra pequeña en un tiempo extenso, pero de mucha alteración macroeconómica.


Cuando uno habla de la agricultura, relaciona directamente al campo, al propio campesino, pero primordialmente a lo que le da vida, el agua en forma de regadíos (ya sean antrópicos o naturales que son las lluvias, para ser exactos). El problema que traería el alza de la temperatura promedio de la Tierra, llevaría a sequías, en efecto a infertilidad de un terreno.


Otro mercado de exportación e importación de gran demanda en el PBI es la pesca. La pesca tiene como eje principal a lo que viene a ser el mar y su biodiversidad, pues sin ella no existiría este sector extractivo. Lo que está provocando estos cambios son también las corrientes marinas como la de El Niño, La Niña y El Viejo, que atacan por el norte de nuestro país. Estos provocan un aumento en la temperatura de los océanos, alterando el hábitat de esta fauna y haciendo inestable su punto de estadía, pues lo ultimo es lo que complica a los empresarios pesqueros, pues incrementará el costo por cierta cantidad de pescado, un punto negativo a nuestra economía.


¿Cómo resolveríamos estos casos? La agricultura, en estos tiempos, va de la mano con la tecnología e innovación de técnicas agrícolas. Ello puede ser una solución menos complicada, pero el otro punto es que más del 50% de la agricultura es ancestral, o sea sin técnicas nuevas. Lo que seria correcto es importarse en esos campesinos y darles instrucciones, tecnología y un más alto capital para seguir incrementando las ganancias.


Para lo que viene a ser la pesca, lo más importante es buscar nuevas opciones alimenticias, aprovechar que especie trae las corrientes marinas, por ejemplo el perico; e invertir en el estudio meteorológico para estar preparados a los cambios climáticos que más adelante tendrán mayor efecto, no solo en la economía, sino en la sociedad misma. Nuestra meta es la adaptación, y es a ello a lo que debemos regirnos.

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